En un mundo hiperglobalizado, hipersaturado de tendencias y modas pasajeras, donde cada cierto tiempo se imponen gustos, movimientos, escenas e industrias que en un afán de mantenerse vigentes, terminan desdibujando su propia esencia con tal de complacer a la audiencia. En paralelo, las músicas folclóricas, raizales y tradicionales, han permanecido eternamente vigentes, pues las historias que allí se narran parten de realidades y vivencias genuinas y sin mayores pretensiones, y no de tendencias, data y algoritmos que pretenden pronosticar y estandarizar hits perezosos y prefabricados.
Hay algo que reivindica nuestro folclor y es la declaración de existencia y representación. Cada espacio de enunciación fuera de su lugar natal es al mismo tiempo una bandera que se iza con orgullo. Más que una cuota en un cartel, o un cupo obligatorio en la curaduría de un festival, es una apuesta por integrar esos ritmos que hacen parte de la diversidad misma de los sonidos de nuestro país. El hecho de que un espacio como el Estéreo Picnic, cuyos primeros carteles fueron enfocados en el rock alternativo anglo, el pop global y algunos de los DJs de moda, se interese por echar una mirada hacia nuestros propios ritmos es también un canal para que aquellos que pagan la entrada para ver a headliners internacionales, tengan la fortuna de encontrarse, de momento, con los más recientes ganadores del Festival Petronio Álvarez en la categoría de marimba y cantos tradicionales.
Hablamos con Felipe Amú, director de De Mar y Río, la única agrupación folclórica en esta edición del FEP, con él hablamos sobre la importancia de la representación, lo que significa llegar a las tarimas de este festival, lo que hace diferente a este show, el reto de mantener vivo el interés en las músicas tradicionales en las nuevas generaciones y más.
Para quienes nunca han escuchado a De Mar y Río, ¿cómo describirían la experiencia de escucharlos por primera vez en el Estéreo Picnic?
Escuchar a De Mar y Rio es escuchar los sonidos de la Colombia profunda pero a su vez la que se quiere hacer notar, la Colombia de raíz pero que ya es una semilla floreciendo, es escuchar a las voces de los maestros mayores y antepasados que fueron gloria y son gloria para el país colombiano, en las voces de unos jóvenes que, es tanto el respeto y seriedad con el que se han tomado el representar esta música que resultan ser los más sobresalientes embajadores y portavoces de estos sonidos de la marimba y los cantos tradicionales del Pacífico sur, sonidos que son un bálsamo para el alma, escuchar este conjunto musical, es darse cuenta del poderío que hay detrás de un ensamble instrumental y vocal bien elaborado y lejos de ser improvisado, pero más que escuchar al grupo, yo diría que a su vez es vernos, porque no es un concierto, es un performance, que es con lo que hemos logrado conquistar a los públicos de la escena actual, pues lo que hacemos es contar, cantar y danzar las historias del Pacífico en los escenarios, lo que aporta una manera diferente a lo acostumbrado, algo más ajustado a lo que hoy proponen lo grandes festivales y eventos mundo, en donde un show tiene su inicio, nudo y desenlace, lo que nadie esperaría de artistas de estas músicas tan tradicionales, pero no, nosotros ya descubrimos como vender la propuesta sin comprometer nuestros valores sagrados ligados a la tradición original.
Hay para quienes la participación de un cartel como el del Estéreo Picnic significa la consolidación o la validación de una parte de la industria. ¿Qué significa para ustedes y para las músicas del pacífico hacer parte de esta edición del festival?
Para nosotros significa también estar llegando a uno de los picos más altos de nuestra carrera teniendo en cuenta lo jóvenes que somos. Pero más allá de esto es también un logro para las músicas tradicionales del Pacífico porque no solamente nos han abierto las puertas a nosotros sino también a nuestros paisanos que también vienen luchando y quieren entrar en la industria musical global. El Estéreo Picnic es un logro que nos dice que tantos ensayos, trasnochos, sacrificios, inversiones y hasta discriminación por temas de edad y demás que hemos tenido que pasar desde que llegamos a Cali a guerrearnos la vida y buscar horizontes de vida, ha valido totalmente la pena. Esto es decirles gracias a nuestros maestros, mentores y todos aquellos quienes han aportado a nuestro proyecto dentro y fuera del ámbito de la música, de que no se ha perdido el tiempo y que estas semillas hoy están dando frutos.
Ser la única representación de folclor tradicional colombiano en esta edición del Festival supone una carga, no solo de representar la raíz, sino de conectar con un público que muchas veces valora más la música de afuera que lo que tenemos dentro del país. ¿Cómo lidian con esa carga de abrir la puerta a los sonidos tradicionales y qué otros artistas recomiendan ustedes para conectar con la música del pacífico sur colombiano?
Ciertamente, es magnífico tener la responsabilidad de abanderar el folklore tradicional colombiano, pero a su vez nos deja ver que es poco el espacio que hay en los escenarios grandes para la música tradicional, sin embargo, nosotros a través de nuestro show, que es una mezcla entre la tradición y la vanguardia, buscamos lograr que las personas les guste nuestra música, que se dejen conquistar por ella, y que los colombianos que la escuchen, sean de donde sean, se sientan más colombianos, y esto lo logramos generando propuestas musicales que utilizan recursos y estrategias con concepto, conectadas con lo que hoy une a todos los géneros del mundo, que es la sofisticación a la hora de presentar un espectáculo musical en vivo, es decir usar la innovación en favor de la tradición, respetando todos los parámetros que está ya tiene desde su raíz.
Y así como nosotros, hay muchos proyectos metiéndose a la palestra para sacar adelante este espacio en la industria, como la Agrupación Rancho Aparte, de chirimía del choco, también la Agrupación Semblanzas del Río Guapi, Nidia Góngora pionera en
el género, Yembema de Guapi. y el Grupo Herencia de Timbiquí, a quienes consideramos, la industria también le debe mucho.
Actualmente son los ganadores en la categoría de Marimba y Cantos tradicionales del Festival Petronio Álvarez, ¿qué tanto se parecen y en qué se diferencian ambos espacios, ¿qué tiene el FEP que no tenga el Petronio y qué tiene el Petronio que no tenga el FEP?
En el Petronio está lo mejor de la música tradicional del Pacífico, allá rigurosamente se seleccionan los mejores exponentes del género, asimismo el Estéreo Picnic selecciona los mejores exponentes de la música también, pero a nivel global. Nosotros vemos al Estéreo Picnic como un siguiente paso después del Petronio Álvarez, así como cuando Colombia pasa de las eliminatorias a nivel de Sudamérica al mundial, con todas las potencias futbolísticas del mundo, y es eso lo que permite el FEP, poner nuestra música tradicional en lo más alto, pero ahora desde una visión mucha más grande y abierta, para así conquistar a públicos diversos, mientras que en el Festival Petronio Álvarez aún se conservan conceptos muy para públicos especifico, derivados de la tradición musical y el acervo cultural de los pueblos étnicos que convergen en él. En el FEP se tiene otra corriente diferente, que no va ligada tanto a la tradición, sino a lo que emerge del mundo a diario, sujeto a las nuevas tendencias, y nosotros, que estamos jóvenes, entendemos ese perfecto equilibrio, o más bien somos ese perfecto equilibrio.
De Mar y Río representa el relevo generacional tan necesario para mantener vivas las tradiciones de nuestros pueblos raizales, ¿cómo mantener el interés por las músicas de marimba en las nuevas generaciones mientras se compite con una industria multimillonaria que impone las tendencias masivas?
Buena pregunta, sería como decir ‘si no puedes con el enemigo únete a él’, pero no, no es tanto eso, porque nosotros no vemos los otros géneros y tendencias masivas como un enemigo, sino como aliados estratégicos, a los que hay que unirse, incorporarse en inmiscuirse dentro de ellos, para que esto pueda enriquecer la propuesta musical, y asimismoa quienes la ejecuten. Por ejemplo, yo como manager, pienso que es importante que los artistas del Pacífico, que son muy de la tradición (a veces de una manera intransigente y pedante, pero los entiendo porque es algo que culturalmente se ha aprendido y se debe desaprender) entiendan el negocio de la industria musical, su actualidad, sus nuevas apuestas, los nuevos nichos, y posibles entradas en todo eso, pienso que hay referentes varios en el Pacífico (Goyo, ChocQuibTown, Herencia de Timbiquí, Nidia Góngora.) que ya nos han demostrado que siempre y cuando se innove con respeto a la tradición, lo demás todo es ganancia, y permitirá abrir las puertas a otros mundos distintos (como dice el FEP) que permitan la cabida a nuestros sonidos originales, auténticos y ancestrales.
Entender que no es malo estar expuesto a la farándula, el mundo del entretenimiento o lo que llaman ‘el gomelaje’ o el mainstream, porque se puede estar, pero ya está en ti que valores y principios negocias o mantienes. Yo, por ejemplo, les puedo contar que amo a Beyoncé y sigo mucho a Nicki Minaj también, pero soy muy fiel a los artistas de mi territorio también, e incluso utilizo elementos y recursos inspirados en los grandes shows que dan estas artistas performes o showmans, dentro de nuestro show, el que conoce bien a De Mar y Río y a mí, sabrá que lo estamos empezando a hacer, porque es poco a poco, porque a su vez no es fácil en un medio ( hablo de la música del Pacífico) en donde hay gente que critica por innovar desde la tradición, no sabiendo que eso aleja más del sueño que la música tradicional conquiste el mundo, pero nosotros nos alejamos de esa vibra y sí creemos que es posible tejer puentes.
¿Por qué este es un show distinto a lo que ya hemos visto de De Mar y Río en otras ocasiones?
Más allá de distinta, la del FEP es una propuesta un poco más robusta a lo que han visto de nosotros. Si bien antes hemos visto algunos pincelazos de querer hacer shows grandes, este va a ser un show grande, con muchos bailarines en el escenario, donde las cantoras se arriesgan a danzar con los bailarines, donde la propuesta de vestuario cada vez sigue siendo más innovadora, elaborada, y con un mensaje estético, a su vez que el valor agregado lo da que oficialmente presentaremos varias de las canciones de la nueva producción discográfica de De Mar y Rio, tendremos también el acompañamiento en vivo de instrumentos como la guitarra acústica, el saxo, el bajo y hasta la flauta, que es la forma en la que ya hemos dicho que estamos abriéndonos a mostrar una radiografía completa la música del Pacífico, para al mismo tiempo, ir abriendo el espectro musical de la agrupación hacia otras posibles exploraciones musicales.
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De Mar y Río se presenta el próximo sábado 29 de marzo en el Festival Estéreo Picnic a las 3:00 PM en el Escenario Johnnie Walker. Compra tus entradas aquí.
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